jueves, 25 de enero de 2007

Mex, un placer...


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El placer de estar contigo

No siempre; de vez en cuando; por momentos; cada tanto; no todos los días; a veces.

  • Cuando Tevez juega con alegría de barrio.
  • Cuando un grupo de cartoneros porteños recolecta ayuda para un pueblo del Chaco en el que no hay agua.
  • Cuando la cámara enfoca a Maradona alentando apasionadamente a sus compatriotas ante la mirada conmovida de todo el mundo, que quisiera tenerlo gritando así para su equipo.
  • Cuando un almacenero fía.
  • Cuando un jugador argentino, en México, le avisa al árbitro que se tropezó solo, que no le hicieron el penal que cobró.
  • Cuando escribe Fontanarrosa,
  • Cuando Olmedo improvisaba.
  • Cuando actúa Norma Aleandro.
  • Cuando Pugliese tocaba el piano.
  • Cuando se lee a Oliverio Girondo.

Pasa, entonces, que se siente el placer de ser argentino.

No es siempre; es de vez en cuando; por momentos; cada tanto; no todos los días; a veces.

  • Cuando Pekerman mantiene su humildad después de ganar 6 a 0.
  • Cuando el asado sale bien y no fue caro.
  • Cuando un hijo consigue un trabajo que le gusta y con un sueldo digno.
  • Cuando el colectivo no viene lleno.
  • Cuando un inmigrante pudo construirse su casa acá.
  • Cuando Riquelme mira.
  • Cuando una decisión se toma en asamblea.
  • Cuando se empata, pero se jugó bonito.
  • Cuando los vecinos se juntan para defender el medio ambiente.
  • Cuando un grupo de trabajadores recupera una fábrica.

Pasa, entonces, que se siente el placer de ser argentino.

No es siempre; es de vez en cuando; por momentos; cada tanto; no todos los días; a veces.

  • Cuando Ayala dice en conferencia de prensa que lo que le da felicidad es estar siendo útil a su país.
  • Cuando se defienden los derechos humanos.
  • Cuando de todas partes del mundo nos compran formatos, guiones, ideas televisivas.
  • Cuando la tiene Messi.
  • Cuando un argentino dice no, y empuña su cacerola.
  • Cuando se cae en la cuenta de que en todos los proyectos solidarios siempre hay estudiantes de la UBA brindando gratis su tiempo y sus conocimientos.
  • Cuando un gol llega después de que la tocó todo el equipo.
  • Cuando Borges hacía un chiste.
  • Cuando se oye la guitarra de Yupanqui.
  • Cuando hablaba Jauretche.
  • Cuando juega Ginóbili,
  • Cuando gesticula Francella.
  • Cuando la selección juega como si el fútbol fuera fútbol, y no un negocio.

Pasa, entonces, lo que no pasa todo el tiempo, porque hay días en que se siente vergüenza, y en otros momentos indignación, y a menudo amargura, y de vez en cuando enojo, y por lo general desconfianza, y siempre impotencia, pero cada tanto sí pasa, y es justo decirlo: a veces se siente un placer infinito de ser argentino.


Mex Urtizberea, La Nación

foto: nicguli.blogia.com . El texto lo recibi en un mail de mi amigo Daniel Aguirre.

3 Comentarios:

A la/s 16:56, Anonymous Anónimo dijo...

Excelente!!!

 
A la/s 13:29, Anonymous Anónimo dijo...

Cuando lo leí, pensé que lo habías escrito vos... aun sabiendo que no es el futbol lo que caracteriza tu orgullo de sentirte argentino. Es lindo leer y ponerse a pensar que hay razones, y bellas razones para poder decirnos argentinos... tal vez se podrían incluir un par más... todo nuestro querido Borges y no solo sus chistes... estar bailando en un recital y sentir que el desconocido que está a tu lado, es un amigo... o hacer la cola del banco o de la verdulería y poder hablar con el vecino de cualquier cosa... seguramente vos tengas unas buenas razones y me encantaría saber alguna...

 
A la/s 17:58, Blogger Floyd dijo...

No tengo bien claro de donde sale mi orgullo. Es cierto que lo tengo y es mas por lo que presiento que por lo que siento.
Me parece que los argentinos tienen pasta de buena gente en su mayoria. Un poco chantas, otro poco verseros, avivados, callejeros y con un eterno complejo de inferioridad. Pero cuando las papas queman no te fallan, son capaces de enfrentar un fusil con su bebe en brazos y gritarle al carapintada lo que piensan en sus narices. De salir en medio de la nochebuena, dejando su mesa servida, a buscar una nena que se perdio en Tres Arrollos.
Si te dejaste una puerta del auto mal cerrada no durara mucho tiempo sin que otro te advierta del peligro y tantas otras pequeñas y grandes cosas.

Otra buena razon es recibir un comentario de un "anonimo" a quien le encante conocer razones de un ignoto compatriota.
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